
Vivimos en un mundo lleno de expertos. Expertos en marketing, expertos en branding, expertos en branding personal, expertos en poliamor, expertos en Valirio, expertos en hacer la vertical puente… Pero piensa una cosa, hagas lo que hagas, te dediques a lo que te dediques, siempre habrá alguien con más experiencia que tú, con ganas de decirte cómo se supone que deben hacerse las cosas; influencers, líderes de opinión, gurús, tuiteros, políticos, bloggers, gerentes sénior, consultores altamente cualificados (y remunerados)… Y entre tanto experto ¿dónde quedamos tú y nosotros?
Pero la realidad es que no hay una única verdad, ni un único experto, ni un único camino de qué se debe hacer y de cómo se debe hacer. Todos vamos pisando diferentes mierdas a medida que avanzamos (porque estas tampoco son únicas) Porque, si te detienes un momento a pensar (nosotros a veces lo hacemos ¡de verdad!), cuando todo esté dicho y hecho, ¿qué otras apuestas podremos hacer que sean más seguras que apostar por nosotros mismos? Es una pregunta retórica, obviamente, pero si quieres una respuesta ¡ahí va! «Ninguna». No dudes, ni un solo momento, de que tú eres la mejor apuesta que existe.
¿Pero es trabajar el branding personal apostar por uno mismo?
Todos los días eres interpelado para realizar apuestas sobre ti mismo. Están las grandes apuestas, como tomar la decisión de cambiar hacia un nuevo trabajo, mudarse a una nueva ciudad, comenzar un negocio o, incluso, ¡casarse! (Sí, todavía se estila) Y luego están las apuestas pequeñas, aparentemente insignificantes, que dan forma a tu vida, tanto como las grandes. Apuestas diarias que se realizas pensando en tu progreso personal y profesional: oportunidades, elecciones y decisiones que, a veces, dependen solo de un «sí» o un «no».
Si consideras que la idea de apostar por ti es un poco arriesgada o, sencillamente, una locura, te recomendamos que pienses sobre esto: cada vez que no apuestes por ti mismo, estarás apostando a caballo perdedor. Ninguna cantidad de apuestas q ue realices contra ti mismo hará que tus sueños se hagan realidad. Al final, siempre te acabarás preguntando «Qué habría pasado si …» mientras miras hacia atrás y te encuentras con toda una vida repleta de arrepentimientos y estaciones por las que ya no pasan trenes (Vale, aquí nos hemos pasado de literarios)
Por otro lado, cuando apuestas por ti mismo, estás creyendo en todo lo asombroso que puedes hacer. Estás creyendo en tu potencial, en tus sueños. Cuando apuestas por ti mismo, pasas de la pasividad a la acción y te das la oportunidad de intentar jugar en las ligas en las que siempre has querido estas ¿Significa esto que siempre ganarás? ¡De ninguna manera! A veces perderás mucho tiempo, energía, motivación, y puede que dinero… Pero piensa que de las derrotas surge la victoria. Así es la vida. Y al final del día, como mínimo, te irás a dormir sabiendo que lo intentaste.
Y, de manera natural e intuitiva, estarás dando forma a tu branding personal. Una marca que siempre ha estado dentro de ti, en tu ADN, porque la marca personal eres tú, nada más, y nada menos que eso; tan solo que en ese momento, ya estarás trabajando en ella.
No sé lo que hago, pero sé porqué lo hago
Todos y cada uno de los miembros de make a coffee, a nivel particular (que nadie se nos asuste) nos hemos metido en tantas situaciones en las que literalmenta no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo ni de cómo íbamos a abordar un proyecto en concreto (ya sea de vida, o profesional) que nos hemos sentido como intrusos sin derecho a hacer lo que estábamos haciendo. Pero en algún lugar dentro de nosotros, lo sentiamos ¡Realmente tengo respuestas y herramientas para enfrentarme a esto y a aquello! Buenos, seamos realistas que nos hemos venido arriba, tal vez no todos, pero como mínimo todos partíamos de un esquema incompleto, y eso es todo lo que necesitábamos para comenzar… Lo que tú necesitas para comenzar.

Laverne Cox, la caristmática Sophia Burset en la fabulosa serie Orange is the New Black de Netflix, es una activista y pionera dentro de la comunidad transgénero. Su viaje de autoaceptación incluía el acoso escolar, la obligación de ir a terapia por parte de sus padres y los sentimientos de vergüenza y desdicha. Hoy apuesta por sí misma y camina erguida y con un carisma que eclipsa en pantalla y en la vida real. Esa imagen, así como sus palabras, forman parte de su marca personal actual: “Todas las cosas que me hacen notablemente trans: mi voz profunda, mis manos grandes, mis hombros anchos, mi altura. No soy hermosa a pesar de esas cosas, soy hermosa por esas cosas”.
Entonces, después de todo lo que te hemos argumentado, ¿estás dispuesto a apostar por ti mismo? Ni tan solo lo pienses, la respuesta debe ser simple. Sí. Siempre. Sencillamente. Ahora.
Puedes hacerlo. Tienes todo lo que necesitas: te tienes a ti mismo.